¿Por qué es tan importante la higiene bucal?

Aprende a tener una buena higiene bucal

Uno de los aspectos más importantes cuando hablamos del cuidado personal es la higiene bucal. Bien sea por salud o para poder socializar tranquilamente con las demás personas, es un hábito de suma importancia en nuestro día a día. En este artículo, te contaremos por qué es tan importante, cómo puedes cuidar la salud de tu boca de la mejor manera y cuáles son las enfermedades que pueden surgir si no te cepillas constantemente los dientes.

Uno de los aspectos más importantes cuando hablamos del cuidado personal es la higiene bucal. Bien sea por salud o para poder socializar tranquilamente con las demás personas, es un hábito de suma importancia en nuestro día a día. En este artículo, te contaremos por qué es tan importante, cómo puedes cuidar la salud de tu boca de la mejor manera y cuáles son las enfermedades que pueden surgir si no te cepillas constantemente los dientes.

Importancia de la higiene oral en niños

Seguramente estás familiarizado con que los niños tienen una dentadura que solo es temporal. Pero saber esto puede conllevar a tener algunos pensamientos erróneos como “Mi hijo no tiene que preocuparse mucho porque igual se le van a caer” Entonces, aunque sí es cierto que de todos modos estos dientes se van a caer, en los niños es muy importante empezar a inculcarles el hábito de cepillarse los dientes a diario.

Recordemos que casi todos los hábitos que tenemos hoy en día se crearon desde la infancia. Así que será mucho más sencillo si le enseñas esta rutina a tus hijos cada que consuman algún alimento.

Una buena higiene bucal en niños

Importancia de la higiene bucal en adultos

En los adultos es un poco más distinto, ya que estamos hablando de los dientes que tendrás para toda tu vida y no tienen reemplazo natural. Acá se hace realmente importante el asearlos cada que consumas algún alimento y esto, para que las bacterias no se acumulen y empiecen a desgastarlos.

Estas bacterias son llamadas caries y son las responsables de la inflamación de tus encías, el mal aliento y la sensibilidad cuando comes algo caliente o frio. Todo esto, sin contar otras enfermedades que pueden ir surgiendo con el paso de los años.

Importancia de la higiene oral en adultos

¿Cuántas veces al día me debo lavar los dientes?

Algo que nos ha propuesto cualquier publicidad en internet o la televisión, es que la higiene bucal se hace tres veces al día. Sin embargo, esto puede no ser del todo cierto. Entonces, las veces que te debas cepillar los dientes depende directamente de cuántas veces ingieras alimentos en el día. Una persona con un buen hábito de cepillado dental se asea de 3 a 5 veces en el día, ya que más de 5 veces no es ni necesario ni tampoco hace mucho la diferencia, pero menos de 3 no es sano.

Para tener una idea más clara de cuándo debes hacerle aseo a tus dientes, puedes pensar en las tres comidas principales. Además, cuando comes cualquier tipo de dulce y cuando consumes bebidas oscuras como el café. Estos alimentos son los que pueden manchar tus dientes y alimentar las caries con mayor facilidad.

Cepillarse bien para evitar la mala higiene bucal

¿Cuáles son las enfermedades que surgen de una mala higiene bucal?

Nuestro objetivo no es el de asustarte ni alertarte demasiado respecto a las enfermedades que verás a continuación. Sin embargo, esto no significa que debas relajarte demasiado, ya que una mala higiene bucal te vuelve mucho más vulnerable a todas estas.

Gingivitis

La gingivitis es una de las primeras condiciones que pueden aparecer cuando no te cepillas bien los dientes. Las encías al estar en contacto con el sarro y las caries, se inflamarán para poder combatir esta infección. Pero esto puede resultar ser totalmente contraproducente. La gingivitis puede ser leve o grave, siendo la primera muy fácil de tratar, mientras que la segunda requiere de la ayuda de un odontólogo experto.

Sensibilidad en los dientes

Después de un periodo de tiempo considerable, las caries eliminan la capa protectora del diente que se llama dentina. Esta es la responsable del color y de proteger los nervios del diente. Así que llega un punto en el que puede estar tan desgastada, que comer algo frio o caliente te puede llegar a doler. Por esto es que es recomendable hacerte una o dos profilaxis al año y tener un hábito de salud oral muy bueno.

Mal aliento o halitosis

La mayoría de las bacterias producen olores extraños cuando se alimentan y descomponen la comida. Entonces, ya que una persona normal come más de dos veces en el día, se le puede proporcionar mucho alimento a las caries. Tener mal aliento después de comer y no lavarte los dientes en un rato es normal, pero después de mucho tiempo de hacerlo, podrás tener mal aliento incluso después de asearte la boca.

Infecciones en la mucosa o tejidos de la boca

Además de los dientes y las encías, las demás estructuras de la boca pueden estar expuestas a cualquier tipo de infección. Por lo general, pueden salir algunas pústulas o llagas, las cuales pueden ser algo dolorosas. Aunque estas no son motivo de mayor preocupación, te dirán que debes mejorar tu manera de cepillarte o asearte la boca.

Enfermedades cardiacas

La higiene bucal está directamente relacionada con algunas enfermedades cardiacas. Como te comentábamos anteriormente, las encías pueden llegarse a inflamar por la presencia de sarro y caries. Sin embargo, al esto ocurrir las bacterias pueden estar en estrecho contacto con el torrente sanguíneo. Entonces, si alguna de estas es peligrosa, pueden surgir algunas complicaciones médicas que afecten directamente al corazón.

Otras enfermedades sistémicas

Así mismo como sucede con las enfermedades cardiacas, pueden existir algunas bacterias que se dirijan a otros órganos a hacer de las suyas. También se están estudiando algunos casos de artritis o dolores articulares ocasionados por microorganismos que entraron vía oral. Por ende, el llamado de atención es a tener una buena salud oral, para poder estar un poco más protegidos de cualquier patología o condición médica.

Implementos de uso diario para una buena higiene bucal

Si quieres complementar o mejorar tu higiene bucal en general, debes considerar usar todos y cada uno de los implementos que te mencionaremos a continuación.

Cepillo

Lo más sencillo para hacerte una buena higiene oral es el uso de un cepillo con cerdas acordes a tu edad y sensibilidad de las encías. Para niños y adultos mayores lo más recomendable son cepillos con cerdas suaves. Mientras que para jóvenes y adultos lo mejor es usar cepillos con cerdas duras. También puede afectar si tienes problemas médicos en tus encías. Así que dado el caso, debes acudir a un odontólogo para que te recete un buen cepillo dental.

Crema dental

La crema dental viene en diferentes presentaciones que contribuyen a la salud de tus dientes, encías, lengua y demás… Algunas cremas dentales están formuladas para eliminar las caries, otras para ayudar a blanquear tus dientes, otras para personas sensibles y así muchas más…

Ceda dental

Es de suma importancia usar la seda al menos una vez al día y antes de acostarte. La razón es porque no existe otro implemento que llegue a las caras laterales de los dientes con tanta facilidad. Pero esto es porque allí es en donde se acumulan muchas más bacterias de lo normal. Estas, deben ser removidas lo más rápido posible para que el diente no se vea afectado.

Enjuague bucal

El enjuague bucal puede ser algo opcional, pero es el encargado de eliminar las bacterias que estén esparcidas en toda la boca. Así que usarlo después de la ceda dental puede ayudar mucho a remover totalmente cualquier bacteria presente y evitar todo tipo de infecciones.

Aprende a tener una buena higiene bucal

Otras recomendaciones extra para tener una buena higiene bucal

Para concluir, te comentaremos que la higiene oral no solo comprende un buen cuidado diario de los dientes. También es recomendable visitar al odontólogo de vez en cuando (mínimo una o dos veces al año) para que te haga una revisión general. Además, considerar realizarte una profilaxis para poder remover con mayor facilidad el sarro que se te pueda haber acumulado y no te hayas dado cuenta.

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